El diagnóstico del cáncer de pulmón lo realizan los médicos con la ayuda de una radiografía del tórax en donde se puede observar una masa que ocupa espacio en los pulmones o cerca de estos.1
Si su médico general tiene una sospecha de cáncer de pulmón, lo enviará a un especialista en neumología, donde lo más probable es que le ordenen hacerse una broncoscopia, la cual se puede usar para ver un área anormal detectada en un estudio con imágenes. La broncoscopia es un método de diagnóstico, donde se utiliza un broncoscopio para observar el interior de la tráquea, los bronquios y los pulmones. A toda área anormal de las vías respiratorias que se vea con el broncoscopio se le puede hacer una biopsia para determinar si es cáncer.1-3
Hay dos tipos principales de cáncer de pulmón que se diferencian entre sí por el tipo de células en las que se encuentra el cáncer.4,5
• Cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP)
• Cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP)
Estos dos tipos crecen de manera diferente y se tratan de manera diferente. Siendo el más común el cáncer de pulmón células no pequeñas pues representa más del 87% de los casos.4,5
En algunos casos, los médicos pueden solicitar pruebas moleculares con el fin de analizar si las células cancerosas tienen ciertos cambios genéticos específicos que serían un indicativo de que el cáncer podría ser tratado con medicamentos de terapia dirigida.6
El receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) es una proteína que aparece en altas cantidades sobre la superficie del 10% a 20% de las células del cáncer de pulmón no microcítico y las ayuda a crecer; un 5% presentan un cambio en un gen llamado ALK; de 1% a 2% presentan un reordenamiento en el gen ROS1; alrededor del 5% tienen cambios en el gen BRAF.6
Las pruebas moleculares se pueden realizar en el tejido que se obtiene de una biopsia o cirugía. En caso de que la muestra sea demasiado pequeña, la prueba también se puede hacer en sangre. Esta sangre contiene el ADN de las células tumorales muertas que se encuentran en el torrente sanguíneo de las personas con cáncer de pulmón avanzado.6
También se pueden hacer pruebas de laboratorio para buscar proteínas específicas en las células cancerosas. Por ejemplo, las células del cáncer de pulmón no microcítico podrían analizarse para detectar la proteína PD-L1, que puede mostrar si el cáncer es más propenso a responder al tratamiento con ciertos medicamentos de inmunoterapia.6