Los linfocitos B son un tipo de célula relacionados con distintas enfermedades, entre las cuales se encuentra la leucemia linfocítica crónica (LLC) y el linfoma de células del manto, de los que se hablará más adelante.
La sangre, uno de los fluidos más importantes en el cuerpo, está conformada por células sanguíneas llamadas glóbulos blancos y glóbulos rojos que se mueven dentro del plasma. El plasma es principalmente agua.
Las células sanguíneas se forman en la médula ósea, un tejido esponjoso en el centro de la mayoría de los huesos. Dentro de la médula ósea hay células madre sanguíneas, a partir de estas se forman todas las células de la sangre:
Ahora bien, dentro de los glóbulos blancos existe un tipo de células llamada linfocitos B o células B, estos son de especial importancia como parte del sistema inmune y actúan produciendo anticuerpos para eliminar microorganismos que entran al cuerpo.
Los linfocitos viajan a través de la linfa, un líquido claro por el cual circulan proteínas, grasas, algunas células y sustancias filtradas de la sangre, hacia los ganglios linfáticos u otros órganos del sistema linfático.
El sistema linfático está compuesto por los ganglios linfáticos, el timo, el bazo, la médula ósea y la red de vasos linfáticos que transportan la linfa por todo el cuerpo.
Bibliografía
National Comprehensive Cancer Network Guidelines for Patients: Mantle Cell Lymphoma, NCCC Non Hodgkin Lymphoma Series, 2017.
National Comprehensive Cancer Network Guidelines for Patients: Chronic Lymphocytic Leukemia, 2019.